La lección de la tabla de picar carne.

19.07.2017

En la cocina tenemos muchos muebles, apreciados, admirados, y cuando aparece en algún catálogo un nuevo mobiliario de cocina, ah! Son ellas, principalmente las mujeres, las que se enamoran de algún juego de muebles de cocina, y después que se compra, da la impresión que en el catálogo era más bonito, o que el juego de la otra página parecía más interesante. Pero son varias las historias que podemos contar sobre esto, pero en toda cocina hay una pieza que es de suma utilidad al momento de cocinar, y no le damos casi ninguna importancia, y es la tabla de picar carne, la que le causamos cortes todos los días, que muchas veces descargamos algún enojo sobre ella porque al cortar la carne el cuchillo está desafilado, reclamamos del filo del cuchillo, ahí le damos con toda fuerza sobre la tabla y no paramos para pensar que el cuchillo no tiene la culpa, ni el filo del mismo si no se lo afila. Pero la tabla sigue allí, luego se limpia y se guarda hasta el próximo uso.

Que interesante, ella puede darnos una gran lección de vida; la tabla de picar carne esta llena de cortes, cortes que no se les puede hacer a otro mueble de la cocina porque lo dañaría, pero a ella no. ¿Por qué no? En su uso todo comenzó con un corte inicial, luego fue otro y otro hasta que ni se pueden contar, y cada día se le suman más cortes ¡Verdad! Pero una cosa nos enseña, aunque ella llevó, lleva y llevará muchos cortes, ¡no vemos a ningún cuchillo clavado en ella! Muchos fueron los que le provocaron los cortes, pero ninguno quedó clavado en ella.

Pues así deberíamos ser nosotros, en el transcurso de la vida son muchos los "cortes" que se nos incrustan, situaciones que marcan y dejan huellas, esos "cortes" nos ayudan a madurar en muchos aspectos, comienzan con unos pocos pero a lo largo de la vida nos hacen más fuertes; pero según en que estemos enfocados, nos van a marcar, pero podrán esos "cuchillos" que nos producen los cortes quedar clavados ahí, o ser quitados, los dejamos o los sacamos.

El perdonar, es quitarnos los "cuchillos" que nos produjeron los "cortes", lo que marca nuestras vidas, esos "cuchillos" son los resentimientos, iras, falta de perdón, odios, venganzas, amarguras, etc. eso no está en lo qué o quien causó el daño, pero si está en nosotros, eso marca una vida y la destruye.

La Biblia dice: Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;Hebreos 12:15

Una raíz no se ve, pero se lleva internamente, es un "cuchillo" clavado, se lleva hasta que decidas quitarlo, tal vez para cuando decidiste esto ya lo propagaste el dolor que "contamina", "infecta" a otros.

Cuando una persona está mal, siempre busca un aliado, alguien que le escuche, que le preste atención y se ponga de acuerdo.

Se tiene que tener sabiduría, si en nuestra ira, habla "el dolor", "la herida", y no el entendimiento.

Haz como la lección que nos deja la tabla de picar carne, ella tiene muchos cortes, con el tiempo ya ni se notan, aunque están ahí, pero no tienen ningún cuchillo clavado en ella.

Mira los pasos que nos manda el Señor escritos en su Palabra.

Efesios 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

Lucas 6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.

Pedro 3:9-13 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?

Te decidirás por vivir en amargura, pasando tu "herida" a otros, o te vas a hacer más fuerte y si bien los "cortes" fueron hechos, no está guardado lo que lo provocó.

Recuerda, Dios te ama y no pretende que vivamos una vida llena de amarguras, resentimientos, odios, etc. aunque se justifiquen, cambia tu vida por una vida mejor y más fortalecida en Cristo Jesús.

1Pedro 3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

Gálatas 6:7 No crean ustedes que pueden engañar a Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado. Biblia del Lenguaje Sencillo

Jesús vino a darnos libertad de estas cosas y no vivir presos a ellas. 

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